martes, 20 de noviembre de 2007

La MáQuInA

¿Existirá de verdad una máquina tan poderosa?- esa era mi pregunta cada mañana al levantarme, después de que un amigo me contara esa historia sobre aquella máquina.


Al parecer, y según dice la leyenda, en algún lugar de Bremen está esa fabulosa máquina. No se sabe muy bien su posición pero sí que para encontrarla se necesita algo más que un mapa. Hay que tener confianza de que existe realmente y dicen que se aparece como por arte de magia. Yo no creo en lo sobrenatural, pero es un reto que me he hecho para demostrar a todo el mundo que es mentira y así acabar con esa historia que tiene loca a la gente.


Tras unas horas de avión aquí estoy, en esta fabulosa ciudad, con un montón de gente a la que no entiendo, pero con mucha tranquilidad. Hoy empieza mi expedición, paseo por varios rincones para ver si encuentro alguna pista, pero nada. Me siento en un banco para observar el panorama y de repente veo una casa... algo me dice que tengo que ir allí...
¡Cuántas escaleras!- digo mientras voy subiendo. Al llegar arriba observo ese lugar, es una casa preciosa, grande y con unos jardines hermosos, ¿por qué estoy aquí?...

De repente una niña se me acerca, lleva un vestido blanco y una sonrisa en la cara, pero no dice nada. Me mira y se ríe. La hablo y tampoco contesta. En cuestión de unos segundos se me acerca, me agarra con su fría mano y me lleva hasta una fuente..¡Es preciosa!- la digo, pero cuando giro la cabeza ya no está. Empiezo a asustarme. Todo es muy raro.


Sin saber qué hacer me siento en el borde de la fuente y miro mi reflejo...
-Siento que aquí hay algo, ¿por qué no sucede nada? Por mis mejillas empiezan a caer lágrimas hasta acabar en el agua de la fuente, no tengo ganas de buscar más, así que me levanto y vuelvo a ver a la niña. Me quedo paralizada, no sé qué hacer, ¿salgo corriendo o me acerco a ella?, empiezo a dudar. De pronto de su boca salen unas palabras, débiles y a la vez dulces:

-No llores, yo te llamé, por eso estás aquí. Tengo que darte una cosa...- me dice la niña.

-¿Por qué a mí?-pregunto.

-Cuando aparecí no saliste corriendo y cuando te traje hasta la fuente vi como tenías un corazón puro y te atreviste a llorar. Ahora te agradezco esto dándote lo que buscabas, sólo tienes que pedir el deseo que quieres y se te concederá.- me responde la niña.

-Yo no quiero cambiar, me gusta como soy y no quiero algo que no haya conseguido por mí misma, pero como es mi deseo lo pediré: "Quiero que esta niña sea feliz y sienta el calor de su familia."-le digo a la máquina.

En ese momento de la caja sale una luz brillante y potente que ilumina a la niña.
Me tapo los ojos por la luz intensa y cuando desaparece la veo allí de , con sus padres detrás, agarrándola con fuerza para no perderla. La niña echa una lágrima, y me regala una sonrisa mientras su imagen se desvanece poco a poco.

En el avión de vuelta a casa no paro de pensar en lo que me había ocurrido, y estoy segura de que volveré algún día a ese lugar.

Cuando llego al aeropuerto allí están mis amigos, esperando que les cuente todo, yo simplemente les digo:
-Todo fue genial, la máquina es espectacular, su luz, su potencia y aquella niña...
Mis amigos empiezan a preguntarme cosas y sentados en nuestro banco de siempre comienzo la historia que nunca podré olvidar.

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